Pica finamente todas las verduras. Pon una olla grande de acero inoxidable a fuego medio, echa el aceite y la mantequilla, cuando se derrita añade las verduras y cocina durante 5 minutos.
Corta la panceta en dados pequeños, añádela junto con las verduras y cocina 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Sube a fuego vivo. Echa la carne picada poco a poco, de tres o cuatro veces para que la olla no pierda temperatura. Remueve de vez en cuando hasta que cambie de color, en ese momento deja que se cocine durante 15 minutos removiendo un par de veces en ese intervalo, debe agarrarse al fondo de la cazuela, ese punto de «caramelizado» marca la diferencia en la salsa boloñesa.
Añade el vino blanco, desglasa el fondo pegado y espera que se evapore por completo.
Echa el tomate pelado, machácalo con un tenedor o con el procesador, agrega también el vaso de caldo, la sal y la pimienta negra molida. Cocina 2 horas destapado y a fuego lento (que hierva muy suave).
Pasadas las dos horas añade la leche poco a poco mientras remueves. Deja cocer 1 hora más.
Consejos para la receta
La textura: Debe quedar una salsa melosa y jugosa, en la receta hemos puesto un vaso de caldo y ha sido suficiente pero es posible que tengas que añadir más durante la cocción, simplemente vigila de vez en cuando, si se seca añade más caldo.
¿Con qué pasta debe servirse?: Los puristas italianos sólo aceptan los tagliatelle o tallarines pero como te puedes imaginar… los archiconocidos espaguetis a la carbonara son más que válidos y están igual de ricos. A riesgo de que lo lea algún italiano te diré que utilices la pasta que más te guste.
¡Se puede congelar!: Como lleva tiempo (3 horas de cocción), te recomiendo preparar una buena cantidad. Esta salsa congela perfectamente, guárdala en botes o en tuppers.