Añade un chorrito de aceite en una sartén a fuego bajo y pon a tostar ligeramente los piñones, con un par de minutos será suficiente.
En un mortero machaca muy bien el medio diente de ajo con una pizca de sal gruesa, tiene que quedar perfectamente majado.
Echa poco a poco las hojas albahaca fresca y no las machaques, mediante movimientos circulares y con suavidad llévalas hacia las paredes del mortero, de este modo soltará poco a poco todos sus aceites esenciales y aromas. Cuando la albahaca haya soltado todo su jugo añade los piñones y machácalos bien.
Añade poco a poco el queso parmesano (finamente picado o rallado) e intégralo bien en la mezcla. Agrega el aceite poco a poco hasta que quede una mezcla homogénea, si te resulta complicado puedes ayudarte de una cuchara.
Cuece los fetuccini en abundante agua con un poco de sal. Escurre la pasta e inmediatamente, sin remojarla, añade el pesto mezclando todo bien.
Consejos para la receta
El pesto primero: Los fetuccini, o la pasta que elijas, no puede esperar así que te recomendamos preparar en primer lugar el pesto y luego poner a cocer la pasta (si quieres ganar un poco de tiempo ponla a cocer cuando hayas terminado con el paso de la albahaca).
Mortero de mármol: Los italianos más puristas recomiendan preparar el pesto en un mortero de mármol, nosotros lo hemos hecho en uno de madera y el resultado ha sido fantástico. Te recomendamos, eso sí, prescindir de la picadora.