Quita la piel del pollo para que no suelte grasa, salpimenta y enharina (con este truco puedes enharinar de forma limpia). Pon una sartén a fuego vivo con un buen chorro de aceite, sella el pollo y reserva.
Pon una cazuela a fuego lento con un chorro de aceite, añade media rama de canela, cocina 3 o 4 minutos. Retírala y echa el ajo picado fino, cocínalo un par de minutos. Agrega la cebolla, cuando esté transparente echa el tomate pelado y cortado en dados pequeños, mantenlo en el fuego durante unos 5 minutos.
Turno de las especias, echa media cucharadita de cada una (cúrcuma, comino, Garam Masala y cilantro fresco bien picado) además de sal y pimienta molida. Agrega el pollo al sofrito especiado y mezcla bien.
Por último echa un buen chorro de vino blanco y deja cocer durante 25 minutos. Pasado ese tiempo dale la vuelta y mantenlo otros 25 minutos o hasta que esté tierno.
Consejos para la receta
El pollo: Hemos utilizado pollo de corral, la cocción es más larga que para un pollo de granja tradicional. Puedes utilizar cualquiera de los dos pero ten en cuenta que un «pollo de supermercado» se cocina antes.
La salsa: Es buena idea triturar una parte de la salsa (o toda) para acompañar el pollo, el resultado es sensacional.