Bate las yemas con la mitad del azúcar hasta que estén blanqueadas (unos 4 o 5 minutos). Añade poco a poco la mantequilla en pomada sin parar de remover hasta que se integre. Incorpora la harina tamizada poco a poco, la mezcla tendrá una textura muy espesa.
Saca las claras de la nevera y ponlas en un bol grande junto con 4 gotas de limón o vinagre. Móntalas a mano (preferiblemente) mientras vas añades poco a poco el resto del azúcar. Cuando tengan una consistencia dura estarán listas, importante, tienen que estar muy montadas.
Incorpora poco a poco las claras en la mezcla de yemas y mantequilla, hazlo con la ayuda de una lengua, integra bien mediante movimientos circulares procurando que las claras no pierdan aire. Vierte en un molde de 20 centímetros previamente engrasado y enharinado para que no se pegue.
Espolvorea un poco de azúcar normal por encima para crear una capa crujiente (opcional). Hornea 50 minutos a 180ºC y deja reposar en el horno otros 10 minutos más antes de sacarla.
Consejos para la receta
El molde: Si decides usar un molde mayor a 20 centímetros ten en cuenta que no quedará tan alta y el tiempo de horneado se puede reducir unos minutos. De todos modos los tiempos de horneado dependen mucho de cada horno, vigila la bica y si lo ves necesario pínchala con un palillo para comprobar que esté hecha.
La mantequilla: Cuanto mejor sea la mantequilla mejor te quedará la bica mantecada. Te recomendamos hacer un esfuerzo y gastarte un poco más en una mantequilla de buena calidad (preferiblemente ecológica o artesanal).