Limpia las naranjas con abundante agua. Retira la piel con ayuda de un pelador. La idea es que las pieles tengan "mucha naranja y poco blanco".
Pon las pieles, el agua y el azúcar en un cazo. Hierve durante 5 minutos a fuego medio removiendo de vez en cuando.
Exprime las naranjas.
Retira las pieles de naranja del almíbar y mézclalo con el jugo de las naranjas. Echa esa mezcla en un tupper (preferiblemente de cristal y con tapa).
Bate la clara de huevo con una pizca de sal hasta que llegue a punto de nieve. Debe quedar consistente.
Integra el merengue con la mezcla de naranja. No va a quedar una mezcla uniforme, remueve durante 1 minuto o hasta que el merengue se absorba parte de la naranja (cambiará de color).
Introduce el sorbete en el congelador. Mantenlo ahí durante 1 hora y media. Sácalo cada 30 o 40 minutos y remuévelo enérgicamente para que el hielo se forme lo más fino posible.
Sirve el sorbete de naranja en copas justo antes de tomarlo. Si quieres que tenga un aroma extra a naranja, añade por encima unas virutas de piel de naranja.
Consejos para la receta
¿Cuándo tomar el sorbete de limón? Lo típico es hacerlo en Navidad. Es ideal entre "platos opuestos". Si vas a cocer langostinos como primer plato y poner una receta de carne de segundo, lo ideal es poner el sorbete entre ambos platos para limpiar el paladar.
¿Se puede mantener dentro del congelador? Sí. El sorbete de naranja exige una congelación mínima de unos 60 a 90 minutos, a partir de ahí puedes guardarlo en el congelador, pero te recomiendo batirlo cada cierto tiempo (1 o 2 horas) para evitar que se creen cristales de hielo demasiado grandes.
¿Es posible hacerlo sin azúcar? Lo que puedes hacer es sustituir el azúcar por stevia líquida o por un endulzante similar. También puedes añadir panela (azúcar sin refinar), pero en este caso quedará más oscuro y algo menos dulce.