Pela las mandarinas. Pon la cáscara, el agua y el azúcar en un cazo. Deja que hierva durante 4 o 5 minutos, hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Pon los gajos de mandarina y el zumo de limón en un vaso batidor. Tritura a máxima potencia. Pasa la mezcla por un colador para retirar la pulpa. Mezcla este jugo con el almíbar que has preparado anteriormente (sin las cáscaras). Echa el líquido en un recipiente apto para el congelador.
Bate la clara de huevo con una pizca de sal hasta que llegue a punto de nieve.
Integra la clara con la mezcla de la mandarina. No quedará una mezcla homogénea pero tendrás que integrarlo hasta que el merengue pierda volumen y quede uniforme (sin bultitos).
Introduce el recipiente en el congelador. Mantenlo ahí durante 1 hora y 30 minutos, sacándolo cada media hora para removerlo con ayuda de un tenedor. La idea romper los cristales de hielo para que el sorbete quede más fino.
Remueve nuevamente antes de servir. Presenta el sorbete de mandarina en copas.
Consejos para la receta
¿Cómo hacer el sorbete de mandarina con cava? Fácil. Añade un vaso de cava en el paso 2 (cuando tritures la mandarina).
¿Se puede hacer de un día para otro? Sí, este sorbete se conserva bien en el congelador, el problema es que quedará muy helado y algo más basto porque se formarán cristales de hielo muy grandes. Si lo dejas mucho tiempo en el congelador, sácalo con antelación y vete "rompiéndolo" para conseguir que quede más fino.
¿Es posible hacerlo sin azúcar? Puedes sustituirlo por otro endulzante e incluso prepararlo sin nada de azúcar. Quedará un poco insulso sin endulzantes, pero puedes darle "un toque" con un chorrito de cava o champagne.
¿En vez de mandarina se pueden utilizar naranjas? Claro. Aunque es menos conocido, el sorbete de naranja es otra excelente opción. Algo menos sabroso que el de mandarina, eso sí.