Pon tres o cuatro pizcas de sal gorda en un mortero de cocina. Pela los dientes de ajo y córtalos en trozos pequeños. Maja todo hasta que quede bien integrado. A continuación, echa el perejil cortado en trozos y vuelve a majar. Por último, añade el aceite y mezcla hasta que se integre.
Pela las patatas y córtalas en rodajas finas, de un centímetro aproximadamente. Colócalas en una bandeja apta para el horno. Echa la mitad del majado de ajo y perejil por encima. Introdúcela en el horno y deja que se cocinen durante 10 minutos.
Limpia los muslos de pollo. Retira cualquier pluma y resto de sangre o grasa que tenga.
Saca la bandeja con las patatas y coloca los muslos encima. Riégalos con el resto del majado. Corta un limón por la mitad y colócalo en las esquinas de la bandeja. Deja que se cocina durante 25 minutos.
Dale la vuelta al pollo y cocina otros 20 minutos. Por último, pon el horno en modo gratinado hasta que se doren los muslos (unos 5 minutos).
Consejos para la receta
¿Se pueden utilizar solo muslos? Sí, en ese caso puedes reducir el tiempo de horneado a 20 minutos por cada lado.
¿Cómo hacer para que los muslos de pollo queden jugosos? La clave está en la temperatura, en el tiempo y en el limón. Me gusta añadir el limón cortado porque aporta humedad progresivamente y porque deja una salsa deliciosa. Seguir el paso a paso es importante para que los muslos queden jugosos.
¿Las patatas quedarán cocinadas? Uno de los principales problemas o miedos que solemos tener con el pollo al horno es que las patatas queden duras o crudas. En este caso quedan perfectas porque se cocinan ligeramente antes y porque el jugo del limón permite que se cocinen al punto.
¿Por qué no le echo vino? Algunas recetas de muslos de pollo al horno añaden vino u otros líquidos. Piénsalo. Aquí la idea es asar, no "cocer". Te recomiendo aportar la humedad con el limón, es lo justo para que quede asado, jugoso y muy sabroso.