Echa la cebolla en la sartén con un buen chorro de aceite. Cocínala durante 5 minutos a fuego medio. Sin sal, la echaremos más adelante.
Mientras se cocina la cebolla, limpia los champiñones y quítales el tallo. A continuación, córtalos en cuatro partes.
Sube el fuego fuerte. Echa los champiñones en la sartén y cocínalos otros 5 minutos más dándole pocas vueltas (no remuevas constantemente, la idea es que se tuesten).
Machaca los dientes de ajo en un mortero de cocina con dos o tres pizcas de sal. Además, pica también el perejil lo más fino posible. Reserva ambos ingredientes.
Añade el vino blanco en la sartén. Espera 2 minutos, hasta que reduzca y evapore el alcohol.
Por último, echa el ajo y el perejil. Cocina todo 3 minutos más. Presenta tal cual y disfruta.
Consejos para la receta
¿Cómo cortar los champiñones para hacerlos al ajillo? Cuestión de gustos. Yo prefiero cortarlos en cuatro partes porque así el sabor del champiñón no se pierde tanto.
La clave de los champiñones al ajillo: además de echar el ajo en el último momento para que no pierda su aroma, es fundamental cocinar los champis a fuego fuerte y removiendo poco. La idea es que se tuesten para realzar su sabor. Si remueves mucho, bajarás la temperatura de la sartén y perderán parte de su esencia.
¿Se puede prescindir de la cebolla? Sí, puedes hacer los champis al ajillo sin cebolla. Yo lo prefiero así porque aporta más jugosidad, pero no es obligatorio.
¿Es necesario echar perejil? El perejil le da un toque extra, pero tampoco es un ingrediente esencial.