En un cuenco grande pon el huevo, la cucharada de limón (también sirve vinagre o agua) y dos o tres pizcas de sal.
Remueve con unas varillas hasta que esté todo bien integrado, con movimientos circulares, sin despegar la varilla del fondo.
Añade el aceite poco a poco, en hilo muy fino. Ten paciencia. En este punto es recomendable que te ayude otra persona, tú céntrate en batir con movimientos circulares, a ritmo constante y siempre en la misma dirección.
Poco a poco el huevo y el aceite emulsionarán, la salsa tomará cuerpo. Tardarás unos minutos en integrar todo el aceite, la mayonesa casera a mano lleva el doble que la hecha con túrmix.
Cuando casi la tengas a punto remueve con un poco más intensidad hasta que se termine de montar.
Prueba y corrige de sal si fuera necesario.
Consejos para la receta
Respira hondo: Lo más importante para hacer una mayonesa sin túrmix es batir de forma correcta. Sin prisa. Sin miedo. Movimientos circulares y fluidos. Si te cansas puedes parar unos minutos para luego seguir removiendo en la misma dirección.
¿Se ha cortado? No la tires. Pon dos cucharadas de agua en un cuenco limpio y añade la mezcla cortada en hilo fino mientras remueves como te he explicado. Con este truco deberías emulsionarla sin problema.
Conservación: Aunque la hayas hecho de forma manual aguanta varios días en la nevera.,