Pon un chorro de aceite en un cazo y añade el diente de ajo entero (dale un golpe con el cuchillo o con la mano). Cocínalo a fuego lento durante tres o cuatro minutos moviendo de vez en cuando.
Retira el ajo y añade dos pizcas de sal y un volumen de agua equivalente al volumen de cuscús, es decir, en un vaso de cristal o un cuenco trasparente echa el cuscús y en otro igual pon el agua de modo que ocupen lo mismo. Cuando el agua hierva échala en un cuenco con el cuscús. Tápalo y déjalo reposar, sin tocarlo ni moverlo, durante 5 minutos. Pasado ese tiempo agrega la mantequilla y la cúrcuma, mezcla bien con la ayuda de un tenedor.
Corta el calabacín en medias lunas, añade sal y saltéalo a fuego vivo durante pocos minutos, en esta receta queremos verduras crujientes y con todo el sabor. Saltea también la cebolla cortada en juliana (no te olvides de la sal), en dos o tres minutos a fuego vivo estará lista. Por último corta los tomates cherry por la mitad, sube el fuego al máximo y colócalos con la parte plana en la sartén, en más o menos un minuto deberían estar ligeramente tostados, apaga el fuego, dales la vuelta y déjalos otro minuto por el otro lado.
Mezcla el cuscús con el tomate carnoso cortado en dados pequeños y dos o tres pizcas de sal. Agrega el puñado de pipas tostadas, las aceitunas negras cortadas en aros y las verduras salteadas, integra todo bien. Por último corta un poco de cebollino y unas hojas de albahaca, colócalas por encima junto con un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra.
Consejos para la receta
El punto del cuscús: Es importante que el cuscús quede en su punto, sin apelmazarse. De modo orientativo hemos dado esos 5 minutos de “reposo” pero es posible que te lleve un poco más o un poco menos dependiendo de la marca (sigue las instrucciones del fabricante).
Frutos secos: Combinan a la perfección con el cuscús, son casi imprescindibles. No tengas miedo y añade una buena variedad de ellos: pipas, nueces, pistachos o una mezcla de semillas.