Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador). Vacía el yogur en un vaso y reserva. No tires el envase, lo usaremos para medir el resto de ingredientes.
Llena vaso de yogur de azúcar y vacíalo en un cuenco limpio y grande. Repite ese paso una vez más (necesitamos dos medidas de azúcar). A continuación, echa los huevos e integra con movimientos circulares durante un minuto, hasta que la mezcla blanquee ligeramente.
Añade el yogur que tenías reservado. Después, ralla medio limón y exprime su jugo sobre la mezcla. Por último, llena el vaso de yogur con aceite de girasol y vuélcalo en el cuenco. Mezcla todo hasta que se integre.
Ahora toca echar los ingredientes secos. Llena el vaso de yogur con harina. Vuélcala en un colador y tamízala dando golpecitos encima del cuenco. Repite tres veces (necesitamos tres medidas o unos 225 gramos). Echa la levadura e integra bien con una cuchara grande o lengua de cocina.
Echa unas gotas de aceite en el molde y extiéndelo con los dedos o con un papel de cocina. Vuelca la mezcla.
Espolvorea un poco de azúcar por encima (opcional).
Hornea el bizcocho de limón durante 35 minutos o hasta que veas que está dorado y bien cocido por dentro.
Consejos para la receta
¿Se puede hacer con aceite de oliva o con mantequilla? Sí, son dos buenas opciones. Si añades aceite de oliva debería ser suave para que no de demasiado sabor al bizcocho de limón.
¿Cómo saber si el bizcocho ha quedado bien cocido? No hay que abrir la puerta durante la cocción, pero cuando se acerque el final de la misma (a partir de los 30 minutos) puedes abrir la puerta y pinchar el bizcocho con un palillo largo, si sale limpio (sin masa) estará en su punto.
¿Por qué recomiendo espolvorear azúcar antes de hornear? En la mayoría de recetas que preparo añado azúcar por tres motivos: queda más bonito (hace una especie de "boina"), da un extra de dulzor a la receta y aporta un toque semicrujiente. A mí me encanta.