Pon un cazo, o una olla pequeña, a fuego medio. Añade las cucharadas aceite y el arroz. Rehoga los granos durante 2 minutos.
Echa el agua y sal al gusto. Sube a fuego vivo y remueve un par de veces.
Cuando comience a hervir reduce la intensidad del fuego, debe hervir lento. En este momento pon un cronómetro.
Cocina de 20 a 45 minutos (según las indicaciones del fabricante), vigila que no se quede sin agua. Prueba el grano dos minutos antes del tiempo recomendado, si está «al dente» retíralo.
Escurre el agua sobrante.
Consejos para la receta
Conoce la variedad: Lo vuelvo a repetir. No hay un tiempo de cocción fijo o estándar para el arroz integral. Sigue el tiempo que indica el fabricante, si no indica nada prueba periódicamente a partir de los 20 minutos hasta que lo notes cocido y al dente.
No intentes dejarlo como el arroz blanco: El arroz integral es especial, no tiene el mismo comportamiento que el blanco o refinado. No tiene el mismo mordisco (es un poco más duro, por la cáscara o el salvado), y tampoco se comporta igual en la cocción. Probablemente tendrás que escurrirlo, no te preocupes por eso. Céntrate en dejarlo al punto para que no quede pasado o «chicloso».
No lo laves ni lo remojes, rehógalo: Se supone que vas a hacer un arroz integral porque es más sano y sabroso, ¿verdad? Entonces, ¿por qué quieres lavarlo o remojarlo? ¿Para retirar parte de sus propiedades? No tiene sentido. Rehoga el grano como indico en la receta para mejorar el sabor y evitar que se apelmace.
¿Hace falta aromatizarlo?: El propio salvado es suficiente para aportar nutrientes y un aroma característico. Puedes añadir especias o verduras para enriquecerlo, pero no es necesario.
Sé que hoy solo quieres cocer arroz integral, y punto, pero también deberías conocer estos consejos para hacer un arroz blanco perfecto.