Lava el boniato con abundante agua. Pártelo por la mitad, dale unos cortes superficiales en forma de rejilla, salpimenta y riégalo con un chorro de aceite de oliva. Hornea a 180ºC durante 45 minutos.
Tuesta el maíz en una sartén a fuego medio, sin aceite y sin remover en exceso para que queden bien tostados. Reserva.
Corta la cebolla en dados pequeños y añádela en la sarten con una cucharada de mantequilla. Cocina lentamente hasta que quede trasparente.
Cuando el boniato esté blando sácalo del horno, déjalo templar y extrae la pulpa con ayuda de una cuchara (manteniendo la piel, la utilizaremos como recipiente)
Mezcla la pulpa de boniato con el queso crema, la pasta de chile, la crema agria y unas pizcas de sal. Integra bien y a continuación agrega el maíz tostado, los frijoles, la cebolla y un puñadito de cilantro picado bien fino. Prueba la mezcla y ajústala de sal.
Coloca el relleno en los «cuencos», añade queso por encima y gratina hasta que se funda.
Consejos para la receta
Elige boniatos pequeños: Te recomendamos comprar boniatos no demasiado grandes, se asan más rápido y quedan más presentables. Ten en cuenta que es un plato bastante contundente, con una mitad por persona debería ser suficiente. ¿Te ha sobrado alguna patata dulce? No te preocupes, prepara esta impresionante tortilla de boniato, ¡muy fácil y recomendable!