Limpia las fresas. Es importante quitar las hojas verdes y cualquier resto de suciedad. Corta las fresas por la mitad o en cuartos si son muy grandes. Colócalas en un cuenco grande.
Echa las cucharadas de azúcar junto con el vinagre. Mezcla bien hasta que se integre todo por completo.
Deja que reposen durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, remuévelas bien, tápalas con un poco de papel film y deja que maceren durante 20 minutos.
Sírvelas en un cuenco y espolvorea un poquito de pimienta negra (opcional) para darle el toque especial y original a la receta. Vale la pena. Disfruta.
Consejos para la receta
¿Cuál es el tiempo exacto de maceración? Si tienes prisa puedes tenerlas listas en unos 10 o 15 minutos, es tiempo suficiente para que el vinagre haga su función. Pero mi recomendación es dejarlas macerando entre 30 y 45 minutos.
¿Qué tipo de vinagre funciona mejor? A mí estas fresas me gustan más con vinagre blanco (de vino o manzana), pero hay gente que las prepara con vinagre balsámico de Módena y les encanta. Cuestión de gustos. Si tienes dudas, empieza con el vinagre blanco.
¿Se puede sustituir el azúcar? Puedes cambiar el azúcar blanco por azúcar moreno o por panela. Desconozco si quedarán igual con un edulcorante tipo Stevia (si lo has probado, déjame un comentario).
¿Saben muy dulces? No, tienen una cantidad contenida de azúcar. De hecho, admitirían el doble (6 cucharadas), pero yo prefiero que queden un poco más naturales y saludables.
¿Saben a vinagre? No!!!!! Ahí está la clave y la gracia. Nadie sabrá que las fresas con vinagre llevan en realidad vinagre.
¿Y la pimienta? Le da una chispa muy interesante a la receta. Otra buena opción es añadir unas hojas de menta.