Disfrutar del pan sin complicaciones, ese es tu objetivo, ¿verdad?
Para ello debes congelar el pan así y conocer los métodos de descongelación. Descongelar el pan es fácil, hacerlo bien tiene un poco más de ciencia.
Te cuento las tres formas de descongelar un pan.
Descongelar pan en el microondas
Este es el método universal. El más conocido y popular.
Cuidado aquí porque esta forma de descongelar no sirve para todo tipo de panes. Los panes grandes de más de 500 gramos nunca deberían descongelarse así. La típica hogaza
- Panes medianos (entre 150 y 500 gramos): 60 segundos.
- Panes pequeños (menos de 150 gramos): 30 segundos.
Descongelar pan en el horno
Si has congelado un pan enorme entero, sin cortar, cosa que no te recomiendo hacer, no te quedará más remedio que descongelarlo en el horno.
Está bien, el pan quedará genial (es el mejor método, para mi gusto), pero lleva tiempo y es costoso.
¿Cómo descongelar un pan en el horno?
- Panes grandes (más de 500 gramos): 15 minutos a 180ºC.
- Panes medianos: 10 minutos a 180ºC.
Truquillo: si preparas un recetón de pollo asado o cualquier otra en la que utilices el horno, aprovecha ese calor para descongelar el pan. Ahorrarás y simplificarás.
Descongelarlo en una plancha
También puedes descongelar los panes en una plancha o sartén.
Tan solo tienes que ponerla a fuego medio y poner el pan encima girándolo con frecuencia hasta que se descongele por completo. Lo bueno de hacerlo así es que la corteza crujirá tanto o más que recién hecha, lo malo es que hay que tener «un poco de mano» para hacerlo bien.
Este método lo reservo con tostadas (que también puedes descongelar en una tostadora).
¿Cuánto tiempo leva?
- Panes grandes: 15 minutos volteándolo con frecuencia.
- Panes medianos: 10 minutos.
¿Se puede descongelar el pan en la nevera?
Sí, esta forma de descongelar un pan es muy efectiva con hogazas y, en general, con panes de gran tamaño. Sin embargo, no la recomiendo para panes medianos como las clásicas barras.
Es fácil, tan solo tienes que sacar el pan del congelador la noche anterior y meterlo en la nevera tal cual. Después, te recomiendo darle un golpe en el horno (o en la plancha) para que la corteza recupere el crujiente.