Tenemos que remontarnos al siglo XVI para encontrar los primeros cuchillos Pallarés. Todo empezó en Solsona (Lérida). El movimiento fue tan potente que esta pequeña ciudad llegó a contar con una veintena de talleres de cuchillos en el siglo XVIII.
Hoy solo queda uno. Un taller. Una marca.
Pero lo bueno siempre vuelve. Los cuchillos pallarés de Solsona están de moda. Antes de lanzarte a comprar uno te recomeiendo prestar atención a lo siguiente.
El auténtico cuchillo pallarés está fabricado en acero al carbono
Cuando hablo de cuchillo pallarés me refiero al de la imagen. Con el inconfundible mango de boj (madera clarita) y con una hoja ancha de acero al carbono.
A simple vista el carbono no se diferencia del acero inoxidable, pero está ahí.
Ese material tiene dos grandes ventajas. La más evidente es el precio. Son cuchillos baratos, más baratos que los cuchillos de cocina profesionales. La menos evidente es que tienen un afilado muy duradero, bastante más resistente que el de los modelos de acero inoxidable. No digo que te vayas a olvidar de afilarlos pero casi.
Necesitan cuidados y mantenimiento
Si compras un cuchillo Pallarés tendrás que hacer tres cosas:
- Olvidarte del lavavajillas.
- Comprender que son diferentes.
- Darles un poco de cariño.
La hoja de los cuchillos Pallarés se oxida «a la mínima». Es necesario limpiarlos a mano, secarlos inmediatamente y de vez en cuando darles una capa de aceite para protegerlos. Además, hay que aceptar que el filo va a oscurecerse con el uso.
¿Para qué y para quién los recomiendo?
El filo de acero al carbono tiene un afilado preciso y duradero. En el pasado eran cuchillos de campo que se usaban para cortar alimentos duros: carnes, embutidos, quesos viejos… Para eso funcionan a la perfección.
Geniales en barbacoas, picnics o en cenas con amigos.
Comprar un cuchillo Pallarés es adquirir un pedacito de historia. El precio no es excusa, solo tienen que encajar con tu estilo de vida.
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Si los auténticos cuchillos Pallarés no encajan contigo tienes la alternativa en acero inoxidable
La opción de comprar cuhillos Pallarés de acero inoxidable está ahí. Con mando de boj e idéntico estilo.
Pero son «otra cosa». En mi opinión, pierden la esencial Pallarés. ¿Bonitos? Sí. ¿Resistentes? Sí. ¿Libres de óxido? Sí. Pero sin la autenticidad de los originales.
En cualquier caso, claro está, depende de gustos y necesidades.
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