El mango es de esas frutas que no dejan indiferente: lo amas o lo odias.
Sea cual sea el caso, lo que seguramente odies es terminar con las manos embadurnadas en el pegajoso jugo. Complicarse la vida al pelarlo es frecuente.
Aquí te voy a explicar cómo pelar un mango de forma sencilla. Sin complicaciones.
Fíjate en la forma del hueso
El mango es una fruta complicada de pelar porque tiende a resbalar y también por la peculiar forma de su hueso.
Es aplanado e irregular. Tiene «pelillos» y zonas hundidas, lo que complica pelarlo correctamente. Por eso, el primer consejo es conocer la forma y tenerla en cuenta para pelar la fruta sin que parezca la matanza de Texas. Fíjate en la imagen del hueso, será útil para pelarlo correctamente.
¿Cómo pelar un mango? Hazlo así (5 pasos)
La mejor manera de pelar un mango no es como hace la mayoría. Porque te pones pringoso y porque corres riesgo de cortarte. Mejor hazlo así.
Elige un cuchillo muy afilado
Parece una tontería pero es fundamental. Necesitas un cuchillo puntilla (pequeño y muy afilado) para evitar riesgos. Cuanto más afilado, más preciso será el corte y menor el riesgo de darte un tajo. Si no tienes ese tipo de cuchillo, quizá sea el momento de comprarlo, es fundamental para pelar.
Retira el pedúnculo
En la parte superior del mango verás una pequeña rama, con la que se sostenía el mango a la planta. Se llama pedúnculo. Retíralo cortándolo con el cuchillo, de forma que sirva como apoyo para el siguiente paso.
Corta el mango en dos mitades
Apoya el mango por la zona que has cortado. Coloca el cuchillo en «el culo del mango» y baja desviándote ligeramente por uno de los lados para apurar y respetar la forma del hueso. Haz lo mismo con la otra mitad.
Saca la pulpa en dados
Las mitades que has cortado siguen con piel. Para pelarlas haz lo siguiente. Realiza cortes a lo largo y después a lo ancho. Debes llegar hasta la piel pero sin perforarla. Quedará como si fuera una rejilla. Después, abre cada una de las mitades hacia fuera (como en la imagen inferior). Retira la pulpa con el cuchillo, quedarán unos hermosos dados, ideales para comer tal cual o para hacer alguna receta.
Aprovecha la carne del hueso
Por último, y para aprovechar el mango al 100%, retira la pulpa que quede junto al hueso. Este paso es más sucio, por eso es mejor hacerlo al final.
Lo más importante para pelar el mango correctamente es apurar el corte de las mitades lo máximo posible (pegado al hueso), así lo aprovecharás más y te mancharás menos.