Esta crema de calabacín con espinacas es una receta fácil y perfecta para cuidar la línea, no hay nata ni otros ingredientes poco saludables.
Pim, pam, pum. Se hace en un visto y no visto.
La hemos preparado gracias a los consejos del cocinero David de Jorge (programa RobinFood) y ha quedado estupenda.
Uno de los problemas de este tipo de cremas es que suelen quedar con un tono apagado, poco apetecible.
Con esta sencilla receta lograrás un verde intenso que entra por los ojos y tampoco defrauda en el paladar.
Aplica los pequeños trucos que te explicamos a continuación y… ¡cuéntanos qué te ha parecido!
¿Cómo hacer una crema de calabacín?
Ingredientes
- 400 g de calabacín
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de queso batido
- 1 l de agua (o caldo suave)
- espinacas
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta
- sal
Paso a paso
- Pica el ajo en láminas y ponlo a fuego lento con un buen chorro de aceite. Cuando empiecen a dorarse los ajos echa la cebolla, no hace falta que la piques muy fina porque luego se va a triturar, añade sal y deja pochar durante 10 minutos.
- Pela el calabacín en tiras y reserva la piel. Corta la pulpa en dados, añádelos a la cebolla pochada y rehoga durante 5 minutos.
- Añade el agua (o caldo) y deja cocer durante 20 minutos.
- Agrega las pieles de calabacín y deja cocer otros 5 minutos más. Retira del fuego y tritura.
- Por último, echa un puñado de espinacas y el queso fresco batido, vuelve a batir y salpimenta al gusto.
Consejos para la receta
- Reservar caldo: Un pequeño truco para conseguir una crema de calabacín con la textura perfecta es reservar unas cucharadas del caldo antes de triturar, si ves que te queda muy espeso vete añadiendo hasta que quede a tu gusto.
- Pelar el calabacín y añadir espinaca: Si ponéis a cocer el calabacín entero, a la hora de triturar, la crema perderá color y resultará menos apetecible. Las espinacas además de sabor aportan un verde más intenso.