Los termómetros para carnes son una herramienta importante en la cocina, ya que permiten controlar la temperatura interna de la carne para garantizar una cocción adecuada y segura.
Dejar la carne como la suela de un zapato o cruda del todo no suele ser una buena opción. Si te gusta la carne al punto (jugosa, rosada, tierna como la mantequilla…), necesitarás un buen termómetro para carnes. Pero además de tenerlo, debes saber cómo usarlo correctamente.
Te contaré paso a paso cómo sacarle el máximo provecho. Así es como debes usar un termómetro para carnes.
Tipos de termómetros para carnes
¿Por qué debes conocer primero los tipos de termómetros para carnes? Porque no es lo mismo usar un tipo de termómetro que otro. Se usan diferente.
- Termómetro digital de cocina: viene con sonda y la temperatura se mide puntualmente cuando la carne parece que está cocinada. No se deja pinchado todo el rato.
- Termómetro analógico con sonda: se inserta en la carne antes de cocinarla y se deja allí durante todo el proceso de cocción.
- Termómetro de horno (sonda con cable): este tipo de termómetro viene con sonda y cable. Al igual que el anterior, suele dejarse pinchado con antelación.
- Termómetro con láser: el menos recomendable para carnes. A veces se usa en planchas, barbacoas o para ver la temperatura del horno. Con los alimentos, solo permite comprobar la temperatura externa del alimento.
Modo correcto de insertar el termómetro en la carne
Esto es muy importante si quieres usar un termómetro para carnes correctamente. ¿Dónde y cómo pinchar la carne?
El modo correcto de insertar la sonda de un termómetro es pincharla en el centro más grueso de la carne, evitando los huesos y las áreas grasas, ya que estas afectarían a la precisión de la lectura.
Para los termómetros de infrarrojos, simplemente apunta el termómetro hacia la carne desde una distancia adecuada. Pero como expliqué anteriormente, no recomiendo este tipo de termómetros para comprobar el punto de las carnes.
Temperatura interna de referencia para carnes
De poco sirve medir la temperatura si no conoces qué nivel debe alcanzar. Aquí entran en juego los gustos. A unos nos gusta la carne al punto y a otros un poco más (o menos) hecha. También influyen los cortes y tipos de carnes.
Es complejo pero te puedo dar unas referencias aproximadas:
| Tipo de carne | Temperatura interna (ºC) |
| Vacuno | Entre 55 y 63ºC |
| Ternera | Entre 55 y 63ºC |
| Cerdo | 70ºC |
| Cordero | 63ºC |
| Pollo | 75ºC |
Por norma general, conviene cocinar cualquier tipo de carne hasta que alcance en su interior al menos 63ºC. Se hace por un tema de seguridad, para que no proliferen las bacterias.
No obstante, algunos cortes de carnes rojas y de ternera, suelen dejarse un punto menos. Con cortes como el solomillo o el chuletón suele ser habitual.
Consejos para garantizar la precisión de la lectura del termómetro
¿Es fiable la lectura? Para garantizar la precisión de la lectura del termómetro, sigue estos consejos:
- Calibra el termómetro antes de su uso (si el modelo así lo exige).
- Limpia el termómetro antes y después de cada uso.
- Introduce el termómetro en el centro de la pieza de carne.
- Evita insertar el termómetro cerca de huesos o en zonas grasas.
- Espera unos segundos tras insertar el termómetro en la carne para obtener una lectura precisa.
Almacenamiento y mantenimiento del termómetro
Por último, para prolongar la vida útil del termómetro, es importante guardarlo en un lugar seco y protegido de la luz directa del sol. Además, es recomendable limpiar el termómetro después de cada uso con agua (sin sumergirlo) y un paño suave.
Como has podido leer, usar un termómetro para carnes correctamente es sencillo pero hay que conocer los truquillos para hacerlo correctamente. Si tienes dudas, deja un comentario a continuación.
