Importante. Se habla mucho de las ollas rápidas y también de las ollas super rápidas. Pero pocos tienen claras las diferencias entre ambas.
Este punto es clave para decicirse por una u otra. Te contará cuáles son las verdaderas diferencias entre ambas y cuál elegir según tus necesidades.
Tiempo de cocción, ¿hay tanta diferencia?
A primera vista podemos pensar que la gran diferencia entre una olla rápida y super rápida son los tiempos de cocción. Estos son los «tiempos teóricos»:
Alimento | Olla rápida | Olla super rápida |
Arroz | 5 minutos | 5 minutos |
Guiso de carne | 20 minutos | 18 minutos |
Sopa de pescado | 3 minutos | 3 minutos |
Legumbres | 20 minutos | 18 minutos |
Zanahorias | 5 minutos | 4 minutos |
La tabla hace referencia a los minutos que debes esperar cuando la olla alcanza la presión máxima de trabajo. Hasta ahí, las diferencias son mínimas.
Lo que ocurre es que las ollas super rápidas están pensadas para funcionar con una mínima cantidad de líquidos. Tardan menos en llevar ese líquido a ebullición y menos en alcanzar la temperatura máxima de presión.
De media, las ollas super rápidas ahorran un 30% del tiempo respecto a las rápidas. En minutos, esto puede suponer un ahorro medio de 5 minutos por receta. Obviamente es algo orientativo, ya que depende mucho de las recetas que suelas cocinar.
Diferencias en la limpieza
Un punto decisivo es la limpieza:
- Vapores.
- Olores.
- Derrames.
Las rápidas montan una válvula estándar (en realidad vienen con dos, una de ellas de seguridad), que permite la liberación de vapor. Cuando pones una de estas ollas al fuego verás que empieza a liberar vapor en abundancia cuando llega a la presión necesaria. Eso se traduce en olores y en algún derrame de líquido al liberar el vapor. Son claramente más sucias.
Las super rápidas llevan una válvula especial que no libera vapor. En realidad sí lo hace, pero mucho menos que una olla rápida. La clave está ahí. Son muchjo más limpias. No dejan apenas olores en la cocina ni ponen la campana perdida de vapor.
Otras diferencias entre las ollas rápidas y super rápidas
Eficiencia energética
Nos preocupa el tiempo, pero también el ahorro económico y energético.
Aquí no hay mucha diferencia en términos reales. La super rápida ofrece un poco más de ahorro y eficiencia que la rápida porque optimiza mejor el calor, pero en la práctica no es una diferencia que vayas a notar en la factura de la luz.
Garantía y calidad
Las super rápidas son mejores en calidad de materiales. De hecho, la Kuhn Rikon Duromatic (la más conocida), ofrece 10 años de garantía lo que da una idea de su calidad general.
No obstante, según mi experiencia es complicado que con una olla rápida de cierta calidad vayas a tener problemas. Ambas son buenas opciones.
Precio
- Una olla rápida de calidad oscila entre 60 y 70€.
- Una olla super rápida cuesta, como mínimo, 130€.
El doble de precio.
En vista de las diferencias, ¿cuál comprar?
El ahorro de tiempo no es tan grande como para que te diga que debes comprar sí o sí una olla super rápida.
Te recomiendo la super rápida si aprecias la limpieza. A mí me incomoda bastante llegar a casa y que huela a cocido o a pescado, pero hay gente que ese punto le da lo mismo. Por ahí guiaría la compra:
- ¿Te gusta cocinar «sin olores»? Elige la super rápida.
- ¿No das tanta prioridad a la limpieza? Compra una rápida.
La diferencia de precio es muy notable, aunque al ser ollas para toda la vida (literal) la inversión en cierta forma se compensa.